sábado, 6 de noviembre de 2010

Big Sea... Big Love…

Hubo una época en la que caminábamos juntos a orillas de la playa…

Caminábamos agarrados de mano, con el inmenso mar rodeándonos…

Veíamos el cielo azul unirse con las aguas hacia el infinito…

Teníamos a las estrellas de testigo del gran querer que nos profesáramos…

En esos tiempos éramos solo amigos, aunque mi corazón se aceleraba solo al yo pensar en ti…

Te protegí de las bestias que querían devorar tu carne…

Aniquilé a los espíritus que deseaban tu alma…

Te acompañe hacia la oscuridad, donde la paz apaciguó tu tristeza y tus ganas de morir…

Me cautivaste con tus ojos, que se inundaban de lágrimas cuando te conocí…

No eras más que un muerto viviente, deseando volver al sepulcro…

Y yo te hice volver a desear la vida, tan solo acariciando tus mejillas…

Con tan solo escuchar mi voz, dejabas de sentir sufrimiento y dolor, porque te regalaba la poca felicidad que me quedaba en mi corazón…

Te enseñe las artes de la oscuridad… la lujuria… y la música…

Te instruí en los caminos del verdadero conocimiento oscuro… ese conocimiento que herede de los malditos y que con tanto recelo protegí de los vivos…

Pero no me di cuenta que mientras te arrastraba a las tinieblas, la luz me contaminaba a mí…

El amor cruel se apoderó de mi… fue poseyendo mi mente… mi cuerpo... mi espíritu…

Y así me enamoré de ti… en un abrir y cerrar de ojos te tenía en mis sueños y en mis pesadillas…

Te diste cuenta de ello, lo sé, y aún lo sabes, que daría mi vida por ti…

Quisiste devolverme el favor, pero solo me terminaste de destruir…

Me diste una noche maravillosa, y me sentí en las estrellas…

Creí que era el ser más feliz del universo, y lo fui…

Lo daría todo por volverme a sentir así, pero aquí estoy, con un sufrimiento sin fin…

No te odio por eso, por haberme destruido así…

Al final, si me devolviste el favor… me devolviste a las tinieblas a las que pertenezco…

La luz del alba desapareció con el ocaso… el día se convirtió en una noche, sin cometas ni estrellas…

Solo la luna me hace compañía… tan solitaria como yo, desde el cielo ella cuida de mí…

Ahora debo ser fuerte, y seguir en la búsqueda de esa felicidad real, verdadera y eterna…

Una felicidad mitológica que solo existe en los cuentos de hadas…

Eso es una fantasía… lo sé… pero es mi único motivo para vivir…

Es la esperanza de algún día ser feliz, la que hace mi corazón latir…

Y aún late fuertemente al pensar en ti, pues mi amor es eterno, tan grande como el mar e infinito como el firmamento…

Espero que tú también puedas ser algún día feliz, que consigas a ese ser especial a quien ames tanto como yo a ti…

Espero, que algún día mis manos vuelvan a estar junto a las tuyas, mis pies vuelvan a andar en aquella playa, y mis ojos puedan ver junto a los tuyos como el cielo se une con el mar hacia el infinito… una unión eterna, y sin fin.